A finales del siglo XIX, diez mil personas trabajaban en la LEMCO (Liebig Extract of Meat Company) de Río Negro, en Uruguay, creada con capital británico y especializada en producir corned beef. La visión actual de esas instalaciones resulta fantasmagórica: enormes galpones con maquinaria oxidada, turbinas abandonadas como monstruos exánimes y salas de control con instrumentos y conmutadores vintage donde podrían rodarse una nueva versión de Metrópolis o la tercera entrega de Blade Runner.
Allá los trabajadores fichaban de verdad, introduciendo unas chapas de bronce numeradas (distintas para hombres y mujeres) en una ranura. Desde dentro, un encargado invisible comprobaba sus números y accionaba la apertura del torno que daba acceso a la fábrica.
En el siglo XXI, el empleado acerca una tarjeta, pone su huella dactilar o presenta su cara frente a un dispositivo, y el sistema de control horario hace lo demás. El hardware se comunica con el software de la aplicación informática elegida entre las muchas disponibles en el mercado y no solo quedan registradas las horas de entrada y salida, sino múltiples incidencias cuyos datos se conservan y se pueden exportar mediante usb o en red para confeccionar nóminas, conocer los períodos de vacaciones consumidos y pendientes, cruzar horarios teóricos y reales… Parece ciencia-ficción, pero es solo ciencia.
Muchas pymes controlan aún los horarios de sus empleados con su firma en un papel o usando el programa de hojas de cálculo Microsoft Excel. Pero que, en pleno siglo XXI siguen necesitando que un encargado dedique tiempo a registrar los horarios de todos los empleados en base a los formularios que cumplimentan al entrar y salir de su puesto de trabajo. Resulta chocante que precisamente las empresas pequeñas, que son las que más necesitan optimizar los tiempos de cada miembro de su personal no se decidan a implantar una aplicación para el control horario de trabajadores, cuando éstas hoy se ajustan al presupuesto y volumen de cada compañía.
En concreto para las pymes existen multitud de opciones que incluyen terminales con varios sistemas de lectura y software, o que permiten llevar el control horario desde el smartphone.
La aplicación del futuro para el control horario se los trabajadores ya está aquí
La aplicación móvil exclusiva de Cucorent no solo sirve para el control horario de trabajadores sino que registra sus movimientos y permite conocer en todo momento su posición por geolocalización una vez instalada en su móvil. Pensada para empleados con movilidad geográfica, la aplicación elabora un plano de seguimiento del empleado durante toda su jornada laboral partiendo de un marcaje de entrada y de salida. El empleado también ve en su móvil el marcaje de entrada y salida, la ruta realizada por Google Maps y, si en el transcurso de su jornada tiene cualquier incidencia, podrá fotografiarla y la imagen se guardará en la web para que el responsable del sistema la descargue en la aplicación del ordenador .
Esta app, para móviles de Cucorent se puede alquilar desde 35€, registra las horas trabajadas y sus datos se exportan desde la Nube a la Aplicación CUCOTIME en txt, xls, pdf, o html para que la compañía puede gestionarlos. Es una aplicación cuya licencia es escalable según el número de empleados.
Aunque naciera pensada especialmente para empleados con movilidad como comerciales o transportistas, es igualmente adecuada y económica para empresas con un porcentaje alto de teletrabajadores o empleados a tiempo parcial y para cualquier compañía que no concentre su plantilla en una sola sede física de trabajo.