Hay situaciones en las que un trabajador, con el propósito de conciliar su vida profesional y personal, se obligado a asumir determinadas responsabilidades durante el transcurso de su jornada laboral. Esto obliga, de forma inequívoca, a utilizar el recurso de la reducción de jornada. Un derecho regulado en el artículo 37 del Estatuto de los Trabajadores del cual te queremos hablar aquí en profundidad.
Definición y tipos de reducción de jornada
Debes entender que la posibilidad de reducir el número de horas que compone la jornada laboral del empleado es un derecho de conciliación. Es decir, se trata de una herramienta destinada a facilitar que el empleado pueda compaginar su trabajo con el cuidado de los hijos o de un familiar a su cargo que padezca un problema de salud grave que le impida desarrollar su vida con normalidad.
¡Ojo! No debes confundir este derecho con el permiso de maternidad o paternidad, aunque también esté relacionado con la conciliación. La diferencia fundamental es que, al reducir la jornada laboral, deberás seguir acudiendo a tu puesto de trabajo a diario. En cambio, durante las 16 semanas que dura el permiso de paternidad y maternidad, no. También es necesario diferenciarlo de la excedencia por el mismo motivo.
Tienes derecho a disfrutar de la reducción de jornada si tienes un hijo menor de 12 años o que, sin importar su edad, tiene algún tipo de discapacidad que le impide realizar su vida con normalidad. Lo mismo sucede si, en lugar de ser un hijo, es cualquier otro familiar a tu cargo (tus padres, abuelos, hermanos, etc.). En cualquier caso, siempre has de aportar la documentación que acredite el hecho que da derecho a hacer uso de ella.
Cómo solicitar la reducción de la jornada laboral y otras cuestiones de interés
Imagina que has disfrutado de un permiso de paternidad o de maternidad y que, llegado a este punto, necesitas trabajar menos horas para conciliar tu vida profesional y personal. Sin embargo, no quieres dejar tu puesto y pedir una excedencia ya que necesitas los ingresos. En este caso, dos semanas antes de que quieras que se haga efectivo este derecho, tendrás que pedírselo a la empresa.
La forma es muy simple. Solo tienes que entregar al departamento de recursos humanos una solicitud formal acompañada de la documentación que acredite que puedes ser beneficiario. Hablamos, por ejemplo, de la partida de nacimiento de tu hijo o del certificado de discapacidad de un familiar empadronado en tu domicilio.
¿Puede la empresa negar este derecho? Evidentemente, si cumples con los requisitos previstos por la ley, no. Pero, si lo haces, podrás presentar una demanda contra ella. No solo te lo tendrá que conceder, sino que también deberá indemnizarte por los daños y perjuicios causados por el retraso. Además, una vez que finalice tu derecho, estará obligada a devolverte a tu puesto en exactamente las mismas condiciones que tenías antes de hacer uso de él.
El horario de la jornada reducida
Muchas personas creen, equivocadamente, que la aceptación de la reducción del horario laboral conlleva de forma automática empezar a trabajar a media jornada. Sin embargo, esto no es así. El artículo 37.6 del Estatuto de los Trabajadores establece que el trabajador tiene derecho a solicitar y disfrutar de una reducción de entre 1/8 y ½ de su jornada habitual.
Esto último es importante ya que en todos los casos es el trabajador el que afirma qué tipo de reducción necesita. Por ello, si debe trabajar a media jornada para compaginar su vida familiar, no tendrá problema. Pero, si necesita solo un par de horas al día, tampoco. Además, tendrás la posibilidad de especificar, siempre dentro de tu horario laboral habitual, en qué franja quieres disfrutar de la reducción.
Por ejemplo, si solicitas la media jornada y solías trabajar de 8:00 a 17:00 horas (contando una hora de descanso para desayunar y almorzar), podrás elegir entre trabajar de 8:00 a 12:00 horas o de 13:00 a 17:00 horas. O, incluso, de 10:00 a 14:00 horas si te conviene más.
La duración de la reducción de la jornada laboral
Este derecho solo deja de estar disponible por causas muy concretas. Por ejemplo, no podrás disfrutar de este tipo de permiso profesional si lo pediste por el cuidado de tus hijos desde el momento en el que cumplan 12 años. Por su parte, en caso de que lo solicitaras por el cuidado de un familiar con discapacidad, desaparecerá en el momento de su fallecimiento o cuando recupere la normalidad. No todas las lesiones que sufrimos son indefinidas en el tiempo. Solo tienes que pensar, por ejemplo, que tu esposa se rompe una pierna y que tú eres el único que la puede cuidar.
Por su lado, el Estatuto de los Trabajadores marca una serie de mínimos que se deben cumplir en lo que respecta a esta clase de permiso. Sin embargo, los convenios colectivos de cada sector o empresa pueden fijar otros siempre que redunden en mayor cantidad de beneficios para el trabajador.
¿Cuánto se cobra durante el período de permiso por jornada reducida?
Como es obvio, el salario se verá reducido proporcionalmente en función del número de horas en el que se vea reducida tu jornada laboral. Así, por ejemplo, si pides trabajar la mitad de horas, pasarás a cobrar la mitad de tu sueldo. Lo mismo pasa si solicitas una reducción de jornada del 20 % o del 30 %, por ejemplo. Con esto queda claro que no sucede lo mismo que con el permiso de maternidad o paternidad, durante el cual el trabajador mantiene prácticamente su poder adquisitivo intacto ya que se calcula en función de la base reguladora del último mes cotizado previo a ser madre o padre.
En definitiva, la reducción de jornada es un derecho que tienes como trabajador y que, en el caso de los hijos, se complementa con el permiso de maternidad y con el permiso de paternidad. Lo mismo sucede respecto a las excedencias. Esperamos haber aclarado todas tus dudas al respecto para que sepas ti te conviene realmente solicitarla o no.