La sostenibilidad empresarial es uno de los grandes objetivos de cualquier compañía en la actualidad. Su realidad va mucho más allá de desarrollar una conciencia ecológica, y es que un negocio sostenible es uno que obtiene mayores beneficios y crea un entorno de ética laboral compartido por trabajadores y consumidores.
De esta forma vamos a ver una selección de las prácticas sostenibles que están más al alcance de la mano para las empresas actuales.
Realizar una auditoria en la empresa
Este debe ser el primer paso que cualquier compañía dé para encaminarse hacia un futuro más sostenible y ecológico. Hay organizaciones que incluso llevan a cabo una auditoría en la empresa sin ningún tipo de gasto.
No hablamos, por supuesto, de una auditoría económica. Más bien de una verde. En ella, los expertos en la materia se acercarán al espacio de trabajo de la empresa para determinar cuáles son los puntos fuertes y los débiles en su estrategia de negocio.
Así, el estudio será capaz de determinar en qué punto se encuentra la sostenibilidad empresarial que se desea y se podrán proponer de forma seria y eficaz nuevas prácticas sostenibles para implementar en el contexto real de la empresa.
Acabar con el papel
Es fundamental que hoy en día se termine con el uso del papel en una compañía cualquiera. Los medios digitales disponibles son de tal envergadura que para nada es necesario estar gastando folios para cualquier cosa.
Informes, actas, proyectos… cualquier tipo de documento con el que se trabaje en una oficina actual tiene la posibilidad de no convertirse en formato físico ahorrando una cantidad de papel que el medio ambiente agradecerá enormemente.
También el papel debe y puede desaparecer en algunos procesos administrativos del día a día. Por ejemplo, a la hora de fichar. Hasta no hace tanto, firmar un papel era la única forma de dejar constancia de las horas que se estaba en el centro de trabajo pero, actualmente, este método ha sido revocado y ya no está permitido »fichar» de este modo.
Vaya por delante que esto hoy es tan poco sostenible como ilegal, y es que recientes sentencias han señalado que la hoja firmada no es un medio válido para dejar constancia de las horas trabajadas. En su lugar, la digitalización ha aportado una solución de fichaje que se encuentra directamente en la nube y que permite automatizar esta tarea dejando de lado cualquier soporte físico.
Optar por los recursos cercanos
La huella de carbono de un negocio no solo se basa en los productos que consume, también en la forma en la que estos llegan. Hay que tener en cuenta que muchos consumibles necesarios viajan por medio mundo antes de llegar a un centro de trabajo, por lo que la contaminación de los mismos debe tener en cuenta ese transporte y sus emisiones.
Solucionar este problema es tan sencillo para una empresa como contar con suministros locales. Son muchas las compañías que se han dado cuenta de lo importante que es acudir a mercados de cercanía. Lo primero que se consigue con esto es, por supuesto, eliminar esa huella de carbono de la que antes hablamos o, al menos, reducirla al mínimo posible.
Por otro lado, crear una red de suministros alrededor de la compañía arroja interesantes posibilidades a nivel económico. Las empresas de cercanía siempre responden mejor a problemas puntuales de stock, por lo que confiando en ellas es posible evitar algunos problemas puntuales.
Optimizar el transporte
El transporte de los empleados debe ser uno de los hábitos a cambiar por parte de las compañías, especialmente de las más grandes. Dejar que cada trabajador acuda a su puesto en su propio coche es algo ilógico e insostenible.
Puede parecer que aquí la empresa no tiene nada que hacer para aportar soluciones y convertirse en un negocio sostenible, ya que la movilidad es una decisión de cada trabajador. Sin embargo, esto está lejos de la realidad.
Para empezar, se pueden incentivar prácticas como la de compartir vehículo. Sin embargo, es aún mejor el motivar a los trabajadores a que usen el transporte público dando bonos para los diferentes medios que haya disponibles.
Asimismo, son muchas las compañías que han cambiado su lugar de trabajo desde lugares apartados a los que solo se puede llegar en coche por otros más accesibles. Es más, también hay compañías que han montado sus propios sistemas de transporte de trabajadores con autobuses que llevan y traen a los empleados al comienzo y el final de su jornada laboral.
Con estas medidas se ahorra una buena cantidad de emisiones debidas a la movilidad de los empleados, y es que la sostenibilidad de la empresa tiene que abordar todos los aspectos de su sistema de trabajo.
Reutilizar: la clave del proceso de sostenibilidad empresarial
Reciclar ha sido el lema de la sostenibilidad desde hace décadas. Sin embargo, es aún más importante la reutilización. Esta consiste en dar una nueva vida a lo que antes se había tenido por simples residuos.
Mucho material del que se consume en un puesto de trabajo es capaz de ser reutilizado de una forma realmente sostenible. Ejemplos de ello son los cartuchos de impresoras, el papel del que solo se haya aprovechado una cara y otros elementos similares.
Arrojarlos sin más al contenedor de reciclaje debe ser siempre la última opción a valorar para alcanzar la ansiada sostenibilidad empresarial, ya que hay muchas opciones intermedias que pueden dar una nueva vida a esos objetos consiguiendo de esta forma que se ahorre la cantidad de energía que es necesario para procesarlos una vez que llegan a las plantas de reciclaje.
Climatización inteligente
Este es uno de los grandes problemas de muchos centros de trabajo. Tanto la calefacción en invierno como el aire acondicionado en verano deben tener un uso responsable por parte de los empleados, algo de lo que se deben encargar los responsables de los centros de trabajo.
No nos referimos en absoluto a hacer que la plantilla pase frío o calor. Hay buenas estrategias que se pueden seguir fácilmente y que consiguen que la climatización sea eficiente a todos los niveles sin que haya que pasar ninguna incomodidad.
En este sentido, es importante que se apueste por la instalación de medidores digitales de temperatura y de termostatos asociados a ellos. Mantener una temperatura constante que esté en torno a los 23 grados tanto en invierno como en verano es más que suficiente para ahorrar bastante.
Además, la implementación de cronoreguladores es también muy eficaz. Estos son sistemas automatizados que encienden y apagan los sistemas de climatización ajustando su funcionamiento a las horas de trabajo de la empresa y evitando que se derroche energía cuando esta no es necesaria.
La apuesta por el teletrabajo
Los últimos años han demostrado que la mayor apuesta que puede hacer una empresa por la sostenibilidad empresarial es, sencillamente, la de permitir que sus trabajadores no acudan a su puesto.
Hablamos del teletrabajo, una forma de organización de los tiempos y los espacios que viene dada en gran medida por la digitalización de la empresa. Si se implementa correctamente, las ventajas no solo van a repercutir en la sostenibilidad empresarial, también en la felicidad de los trabajadores, ya que estos han demostrado ser muy proclives a trabajar desde su domicilio.