El artículo 34.1 del Estatuto de los Trabajadores determina que «La duración de la jornada de trabajo será la pactada en los convenios colectivos o contratos de trabajo»; y añade un límite: » La duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo será de cuarenta horas semanales de trabajo efectivo de promedio en cómputo anual.»
Aún así, la jornada laboral en España tiende a prolongarse y creció un 4,5% en el primer trimestre de 2017 realizando cada trabajador una media de 17,4 horas más que en el mismo período del año anterior, según datos del INE.
¿Se trabaja más o menos horas en España que en otros países?
La Estadística del Uso del Tiempo elaborada por Eurostat revela que el español trabaja una media de 1.691 horas al año, por debajo de la media de la OCDE (1.765 horas) pero superior a la de muchos países europeos como Alemania, Holanda, Francia o Reino Unido.
La jornada laboral en España se alarga pero mientras que el Producto Interior Bruto generado por trabajador fue de 67.000 euros en 2016 (con una de la eurozona en los 75.000 euros), en el caso de Francia que lleva dos décadas con una jornada laboral de 35 horas, cada persona ocupada generó 85.000 euros .
¿Los países donde se trabaja más horas son más productivos por principio? Según Eurostat, el país del mundo que más horas trabaja es México seguido de Costa Rica. Y el informe HowMuch sobre Productividad Mundial 2017 con datos del FMI y la OCDE ofrece un elemento interesante para el análisis al comparar las horas promedio trabajadas en 35 países con el ingreso per cápita y la productividad conseguida. En ese ejercicio, México y Costa Rica ocupan precisamente los últimos lugares. Aun tomando estos datos con precaución y atendiendo a otras variables, una lectura estricta de los mismos indicaría que una jornada laboral extendida tiene el efecto directo de una caída proporcional en la productividad.
¿MARCARÁ ALEMANIA LA RUTA A SEGUIR POR LA JORNADA LABORAL EN ESPAÑA?
Con todas las salvedades que nos diferencian, Alemania, que genera 77.600 euros por trabajador, también ha vivido la crisis económica de los últimos diez años: desempleo, recesión, estancamiento de sueldos y subida de los contratos temporales. Los beneficios descendían, quebraron empresas y la situación afectó a todos los actores económicos. Pero el motor económico de Europa es un país donde mirarse, y el cambio de situación que se comienza a ver en España allí es ya un crecimiento sostenido.
Alemania fue pionera a mediados de los ochenta introduciendo la semana laboral de 35 horas en el sector metalúrgico. La noticia actual es que desde Febrero de este año los trabajadores del estado de Baden-Wüttemberg, altamente industrializado, podrán optar durante dos años por rebajar su semana laboral a 28 horas con la correspondiente reducción de salario por motivos de conciliación. Es digno de estudiarse si aquí hay alguna enseñanza aplicable a la jornada laboral en España.
¿CÓMO SE PUEDE MEJORAR LA JORNADA LABORAL EN ESPAÑA?
Sin la espectacularidad ni los parámetros alemanes, los profesionales españoles perciben síntomas de recuperación y esto influye en sus decisiones y prioridades.
Un reciente análisis de Randstad concluye que hay 727.100 trabajadores que querrían ver reducida su jornada laboral en España aceptando la correspondiente disminución de ingresos. El 55% de los empleados consideran la conciliación y la flexibilidad del horario de trabajo en España como segundo motivo más importante para elegir dónde trabajar, solo superado por el salario. La cifra es un 6,4% más alta que en 2017, cuando 683.100 ocupados deseaban trabajar menos horas.
Si, como aseguran algunos expertos, nuestro país producía lo mismo en 2008 que en 2017 con dos millones de trabajadores más en el mercado, si además estamos en la zona baja de productividad y si por último los estudios coinciden en que a menor número de horas mayor es la productividad por hora trabajada, todos los indicadores coinciden en un mismo mensaje.
La redistribución del trabajo que implica un sistema flexible, incluso con el registro de jornada a tiempo parcial, haría más razonable el horario de trabajo en España y beneficiaría tanto a las empresas, que ganarían en productividad, como a los trabajadores, evitando la sobrecarga de unos pocos y la desocupación de otros.