Los controles de acceso se pueden asociar a priori con empresas que necesitan mantener estrictos niveles de seguridad en algunas áreas o que tienen una gran cifra de empleados y no desean que todos ellos puedan acceder a todas las zonas del edificio, sin embargo, es una solución que puede ser realmente útil también para ahorrar costes en las pequeñas y medianas empresas.
¿Qué es un dispositivo de control de accesos?
Los controles de acceso son dispositivos que abren puertas, barreras, tornos… Permitiendo a las empresas controlar quién puede entrar y salir de sus instalaciones. Aportan seguridad, pero también comodidad.
Existen modelos muy diversos para controlar el acceso de los empleados, dependiendo de la empresa, se pueden emplear dispositivos de control de acceso faciales, control de accesos con huella digital, de tarjeta, o mediante contraseña numérica.
En la actualidad los más demandados son los controles de acceso con huella dactilar, ya que suelen ser los dispositivos más eficaces y baratos, no obstante, una buena empresa te asesorará sobre cuál es el dispositivo que se ajuste más a tus necesidades, teniendo en cuenta factores como si los empleados tienen que fichar con las manos sucias, si hay partículas metálicas en el ambiente, etc.
Independientemente del sistema que se escoja para identificar a los usuarios, el sistema es parecido: consta de un relé que, una vez identificado el empleado, envía un pulso a la cerradura para que se abra.
Sin necesidad de llaves
Una de las utilidades más obvias pero no por ello menos importantes es la de poder prescindir del uso de llaves. El uso de llaves puede ser un gran inconveniente en pequeñas empresas donde no hay un recepcionista, empleado de seguridad o similares. ¿Se da una llave a cada empleado? ¿se le da solo a unos responsables? ¿qué ocurre si el primero en llegar un día es uno de los empleados que no tiene llave? o peor aún, ¿y si uno de los empleados pierde las llaves y hay que cambiar todas las cerraduras?. Todo esto se complica aun más en aquellas empresas donde hay distintos turnos. Un control de acceso evita todos estos inconvenientes ya que las personas autorizadas pueden acceder con su propia huella digital, a través del reconocimiento facial, con una tarjeta o utilizando una contraseña numérica.
Más seguridad
Como estos dispositivos solo permiten la entrada a las personas previamente registradas, la seguridad en el edificio se incrementa notablemente, puesto que es más difícil que accedan personas ajenas a la empresa.
Por otra parte, los controles de acceso se pueden utilizar para que los empleados solo puedan acceder a unas áreas u otras dependiendo de los permisos que se le otorguen. Esto es especialmente útil para restringir la entrada en áreas donde se guardan documentos u objetos de valor, en empresas donde hay laboratorios, fábricas donde se maneja maquinaria peligrosa…
Si además se utilizan controles de acceso con huella dactilar o de reconocimiento facial la seguridad es máxima, ya que es imposible suplantar la identidad de un empleado.
Controlar la presencia de los empleados
Los controles de acceso se puede utilizar también para controlar la presencia de los empleados, registrar sus horas de entrada y salida y así registrar la jornada laboral de cada empleado y realizar los informes posteriores necesarios en el caso de los empleados que trabajan a media jornada o para evitar problemas en el registro de las horas extra.
De este modo, con un mismo terminal, no solo se controla quién puede entrar y salir, sino que también nos cubrimos ante posibles problemas con la Inspección de Trabajo.