Tanto la Guía oficial sobre el registro de la jornada Laboral, como la circular de instrucciones que el Ministerio de Trabajo español ha cursado a sus inspectores para actuar en áreas de su cumplimiento son determinantes: salvo autónomos, directivos y casos especiales, todos los trabajadores pueden reclamar que la empresa garantice un sistema de registro, ya sea un control de presencia, accesos, etc.. . Y los inspectores ya han empezado a actuar.
Al brillante especialista Carlos Roberto, en su blog «Pymes y Autónomos», le sorprende que «Uno de los comentarios que más se han repetido en los últimos tiempos es que se impone una medida del siglo XIX, como fichar la entrada y salida, en plena era de la flexibilidad laboral. El problema es que mientras en el siglo XIX se registraba la jornada para controlar a los empleados y que cumplieran los horarios, en el siglo XXI se implanta para que los que cumplan la jornada sean las empresas«.
Por abrumadora que a algunos parezca la medida (o quizás exageren su estupor), el mercado ofrece soluciones para todos los casos incluyendo los trabajos flexibles, los realizados a distancia y los de gran movilidad. El sistema más básico es el manual, al que aún acuden empresas muy pequeñas que tendrán problemas para justificar la fiabilidad de tal método y avalar que sus anotaciones no han sido modificadas «a posteriori».
Todos los sistemas profesionales de control de presencia laboral se basan en el mismo funcionamiento básico y se componen de un dispositivo y un software mediante el que controlar y gestionar las horas trabajadas de los empleados.
Las incidencias que estos sistemas son capaces de registrar van más allá de la hora de entrada y salida por fichaje y están disponibles en el más amplio espectro, desde la aplicación móvil para un comercial desplazado hasta los que se ubican en los centros de trabajo empleando datos biométricos (huella dactilar, palma, iris o reconocimiento facial) y tarjetas Rfid para un gran número de empleados.
Programados para acumular y exportar todos los datos necesarios para su análisis y gestión por gerentes y responsables de Recursos Humanos, los sistemas de control de presencia laboral también responden de manera fiable y objetiva a las comprobaciones que la Inspección de Trabajo va a ponerse como objetivo prioritario de ahora en adelante ya que el incumplimiento del registro supone una infracción grave sancionable y se trata (también) de atajar una pérdida de ingresos para el Estado.
El control de presencia laboral de Cucorent
Los distintos controles de presencia laboral de Cucorent ofrecen la mayor rentabilidad por euro invertido al mejorar la productividad, eliminar malas practicas e impulsar nuevas dinámicas en el comportamiento laboral. Su amplia gama de sistemas cubre las necesidades de empresas de cualquier tamaño y sector, y sus aplicaciones facilitan implantar de forma eficaz horarios flexibles.
Gracias a su modulación de precios, hay uno para cada cliente y situación, lo que al final le da un plus de competitividad con respecto a otras empresas especializadas que no ostentan la experiencia de Cucorent: casi 30 años en este sector realizando instalaciones para empresas de todo tipo y desde los 5 empleados hasta los 2.300 empleados.
Los sistemas de Cucorent incluyen una App exclusiva de registro y control de horas con marcajes geoposicionados, controles de presencia que llegan a almacenar hasta 3.000 huellas y hasta 10.000 tarjetas, y controles
que además de la presencia añaden la utilidad del control de accesos, abriendo en el momento del fichaje la puerta o torno de entrada al centro de trabajo. Estos también se modulan según el número de empleados y algunos de ellos pueden guardar hasta 100.000 marcajes, e incluso sin alimentación. Son sistemas fáciles y rápidos de instalar porque están diseñados para que los puedan utilizar incluso quienes no tengan conocimientos informáticos.
Por último, todos los sistemas de control de presencia laboral de Cucorent se pueden alquilar, y el alquiler incluye una garantía permanente, el soporte técnico y la actualización permanente del software sin exigirse permanencia ni fianzas y con un precio fijo que no esconde recargos.