Para evitar la confusión entre control de accesos y de presencia aclaremos que un sistema de control de accesos es el dispositivo que permite o restringe la entrada a un empleado mientras que uno de control de presencia se limita a registrar la jornada laboral de los trabajadores y su horario.
Otra cosa es que algunos sistemas de control de accesos también realizan control de presencia, como vamos a ver.
Principales clases de control de accesos
Los sistemas de control de accesos disponibles en el mercado se clasifican por la necesidad de conectarse o no en red y por su método identificativo.
Según sus conexiones, hay dos tipos:
- Controles de acceso autónomos: No necesitan conectarse a red y su función consiste únicamente en abrir puertas, barreras o tornos mediante el pulso eléctrico que activa el relé cuando un trabajador se identifica.
- Controles de acceso en red: Además de abrir registran el horario de entrada y salida de los trabajadores. La diferencia está en que estos sistemas han de conectarse a una red Ethernet, RS232 o Wifi para que ese registro pueda descargarse en una aplicación que se instala en el ordenador y así producir los correspondientes informes.
Según su método identificativo:
- Por huella dactilar: El lector identifica y permite el acceso a las instalaciones en base a una serie de puntos biométricos de la huella del empleado.
- Por reconocimiento facial: El lector identifica al trabajador en base a parámetros biométricos de su rostro.
- Tarjetas: Que pueden ser magnéticas (y entonces se deben introducir en un lector para ser registradas) o tarjetas RFID que no requieren de contacto para ser leídas y por eso se llaman «tarjetas de proximidad».
- Contraseña numérica: Terminales con un teclado donde se ha de introducir una contraseña para acceder.
¿Qué control de accesos instalar y cómo hacerlo?
Las necesidades y el nivel de seguridad propios de cada empresa determinan el modelo más adecuado para cada caso dentro de la amplia oferta existente. Por principio es una buena decisión la opción de alquilar los sistemas cuando aún no se tenga muy claro el más conveniente, ya que las empresas especializadas incluyen el mantenimiento y la revisión automática de sus versiones con el alquiler del equipo.
A nivel orientativo, los sistemas por huella dactilar son los más económicos y, junto con el reconocimiento facial, también los más seguros porque evitan la posibilidad de que un empleado fiche por otro. Los que funcionan con tarjeta de proximidad se recomiendan para talleres o centros de trabajo donde los empleados lleven las manos manchadas y no puedan identificarse mediante huella.
Es importante informarse de si el sistema es autónomo o conectado y de su límite de capacidad para almacenar movimientos.
La instalación de cualquiera de estos sistemas tiene cierta complejidad dependiendo del modelo y la habilidad para el «bricolaje» del usuario. En general, son equipos técnicos externos quienes los instalan, aunque hay en Internet detallados tutoriales que animan a atreverse y lo pintan bastante factible. Las empresas especializadas en venta y alquiler disponen de técnicos y también asesoran telefónicamente a quienes se deciden a instalarlos por su cuenta. Una vez instalados, también se ocupan de su mantenimiento. Es cuestión de acertar con la que mejor servicio de. Por eso el alquiler es una buena opción para empezar.